El fenómeno conocido como el gran pánico de 1789, es examinado aquí por el autor de modo tal que logra un verdadero modelo del análisis histórico que considera que los factores económicos y sociales, el enfrentamiento de las clases, constituyen el motor histórico por excelencia. Lefebvre expone sus propias investigaciones y brinda una lúcida sistematización e interpretación de los hechos que mereció el elogio de Sartre. Entre los determinantes de la Revolución él estudia el hombre y el vagabundaje, las primeras sublevaciones campesinas, el temor a los salteadores y los rumores acerca de un complot aristocrático contra el tercer Estado; para después describir los caracteres del gran pánico, su propagación, relevos y corrientes, por último se detiene en sus importantes consecuencias sobre el desarrollo ulterior de la Toma de la Bastilla.